Restricciones energéticas europeas
Los problemas de abastecimiento energético de la UE empezaron a multiplicarse con el repunte económico tras la pandemia y la manipulación de los mercados energéticos de la UE por parte de Rusia, que logró mantener los volúmenes de suministro de gas por debajo de lo habitual en 2021.
Desde que Rusia invadió Ucrania, Europa se encuentra sumida en una crisis energética. La subida vertiginosa de los precios del gas y la electricidad, unida a la preocupación por el abastecimiento energético, han obligado a la Unión Europea (UE) a tomar medidas para paliar la situación.
La reducción del consumo de energía se considera una de las medidas clave que pueden adoptar los Estados miembros de la UE para reducir la factura energética y hacer frente a los problemas de suministro. Puede ayudarles a reducir su dependencia de las importaciones de energía y a prepararse para un invierno de posibles interrupciones del suministro de gas. También puede ayudar a la UE a alcanzar sus objetivos climáticos de acuerdo con el Pacto Verde Europeo.
La UE ha tomado una serie de medidas tanto para alinear sus políticas con objetivos climáticos más ambiciosos como para impulsar la independencia energética. En cuanto a las medidas a largo plazo, actualmente se está revisando la Directiva de Eficiencia Energética para aumentar los objetivos de reducción del consumo de energía en toda la UE de aquí a 2030. Del mismo modo, la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios también está siendo revisada para mejorar aún más la eficiencia energética de los edificios. Una de las formas de lograrlo sería a través de un sistema mejorado de certificación de la eficiencia energética, impulsando los índices de renovación y popularizando los paneles solares.
¿Cuáles son los cinco objetivos principales de la política energética de la UE?
Para alcanzar estos objetivos, la Unión de la Energía se centra en cinco dimensiones que se apoyan mutuamente: 1) seguridad energética; 2) mercado interior de la energía; 3) eficiencia energética; 4) descarbonización de la economía; y 5) investigación, innovación y competitividad.
¿Qué hacen los países europeos para reducir el consumo de energía?
París apaga las luces de la Torre Eiffel una hora antes de lo previsto, Milán apaga las fuentes públicas y Hannover ofrece a los usuarios de los gimnasios duchas frías en lugar de calientes para combatir la posible escasez de energía este invierno.
Reducción de energía de la UE
El Presidente de la Comisión Europea acogió con satisfacción las medidas de ahorro energético aplicadas por varios Estados miembros de la UE para ahorrar de cara al invierno. En julio, los Estados miembros de la UE alcanzaron un acuerdo político sobre la reducción voluntaria de la demanda de gas natural en un 15% este invierno para prepararse ante posibles interrupciones del suministro de gas procedente de Rusia.
“Unas temperaturas ligeramente más altas para el aire acondicionado dan unos resultados impresionantes. Juntos, ahorramos energía para un invierno seguro”, escribió el Presidente de la Comisión, añadiendo que la electricidad ahorrada al año ajustando el aire acondicionado 1°C más caliente en todo el sector servicios de la UE equivaldría a 9,2 Twh, más que el consumo anual de energía de Malta.
La Comisión Europea también está tomando algunas medidas para reducir su consumo de energía en el marco de su Estrategia Ecológica, entre ellas apagar la calefacción y la refrigeración en la mayoría de los edificios una hora antes, lo que permitirá ahorrar el 3% de su consumo anual de energía. También cerrarán algunos edificios en verano, facilitarán el trabajo a distancia y mejorarán el aislamiento y el sistema de iluminación.
Directiva sobre eficiencia energética
En cambio, el Gobierno británico ha evitado hasta ahora abordar la demanda de energía como parte de la actual crisis energética, aunque el 6 de octubre de 2022, National Grid ESO, el operador del sistema eléctrico de Gran Bretaña, publicó su planificación de escenarios para el invierno, que incluye algunas medidas relacionadas con la demanda.
National Grid ESO ha anunciado (6 de octubre de 2022) que lanzará un plan voluntario el 1 de noviembre de 2022 que ofrecerá incentivos financieros a los clientes domésticos con contadores inteligentes y a las empresas para reducir el consumo de energía durante las horas punta. El operador del sistema eléctrico de Gran Bretaña prevé que esta herramienta, conocida como Servicio de Flexibilidad de la Demanda, podría reducir la demanda hasta en 2 gigavatios (suficiente para abastecer a unos 600.000 hogares y pisos).
El operador de GB anima a proveedores y agregadores a trabajar con sus clientes para garantizar los máximos niveles de compromiso y participación. Como parte del mismo anuncio, National Grid reconoció que podría tener que imponer cortes de electricidad continuos en el improbable caso de que el Reino Unido no pudiera garantizar suficientes importaciones de gas y electricidad durante el invierno.
Directiva sobre eficiencia energética parlamento europeo
Aunque la Unión Europea ha legislado, fijado objetivos y negociado internacionalmente en el ámbito de la política energética durante muchos años, y ha evolucionado a partir de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, el concepto de introducir una política energética común obligatoria de la Unión Europea no se aprobó hasta la reunión del Consejo Europeo del 27 de octubre de 2005 en Londres. Posteriormente, el 10 de enero de 2007, la Comisión Europea publicó las primeras propuestas políticas: Energía para un mundo cambiante. Los objetivos de política energética más conocidos de la UE son los 20/20/20, vinculantes para todos los Estados miembros. La UE prevé aumentar al 20% la cuota de energías renovables en su consumo final de energía, reducir en un 20% los gases de efecto invernadero y aumentar en un 20% la eficiencia energética[2].
En 2007, la UE importaba el 82% de su petróleo y el 57% de su gas, lo que la convertía entonces en el primer importador mundial de estos combustibles[4] Sólo el 3% del uranio utilizado en los reactores nucleares europeos se extraía en Europa. Rusia, Canadá, Australia, Níger y Kazajstán fueron los cinco mayores proveedores de materiales nucleares de la UE, suministrando más del 75% de las necesidades totales en 2009[5] En 2015, la UE importó el 53% de la energía que consumió[6].