50 formas de ahorrar agua
A efectos de la gestión del agua, la comunidad puede dividirse en dos grupos básicos: los usuarios del sistema (como los hogares, la industria y la agricultura) y los operadores del sistema (como los gobiernos municipales, estatales y locales y los proveedores privados). Estos usuarios pueden elegir entre una serie de prácticas diferentes, que fomentan o mejoran la eficiencia de su uso. Estas prácticas se dividen en dos categorías básicas: prácticas de ingeniería, basadas en modificaciones del hardware (por ejemplo, fontanería y accesorios) y/o procedimientos operativos de suministro de agua, y prácticas de comportamiento, basadas en el cambio de los hábitos de uso del agua.
Las prácticas de ingeniería suelen ser medidas técnicas o normativas, mientras que las prácticas de comportamiento suelen implicar medidas orientadas al mercado. En conjunto, estas medidas, que afectan al uso del agua y reducen los residuos y las pérdidas en origen, se conocen como medidas de “gestión de la demanda”. Estas medidas incluyen la detección de fugas; la reducción del despilfarro (animando a los consumidores a reducir los usos derrochadores); la inversión en aparatos, procesos y tecnologías que reduzcan la entrada de agua sin reducir la satisfacción y/o la producción de los consumidores; el tratamiento de los efluentes industriales y las aguas residuales hasta un nivel adecuado para su reciclado y reutilización; y la reasignación de los recursos de agua dulce al área de mayor bien social. Las políticas que fomentan la gestión de la demanda incluyen la tarificación del agua a un precio económico, el cobro por contaminación o las prácticas comunitarias de control de la contaminación, la regulación y restricción de usos específicos del agua, la exhortación e información al consumidor sobre las formas y medios de reducir el uso y reciclar, y el fomento del comercio del agua entre usuarios.
¿Cuáles son los métodos de ahorro de agua?
Tome duchas cortas en lugar de baños de tina. Cierra el grifo mientras te enjabonas o te lavas con champú. Si tienes que utilizar una bañera, cierra el desagüe antes de abrir el grifo y llénala sólo hasta la mitad.
¿Cuáles son los cinco métodos de conservación del agua?
Instalar cabezales de ducha de caudal restringido para ahorrar agua durante las duchas. Bañarse con cubos en lugar de ducharse. Cerrar el grifo mientras nos afeitamos o cepillamos los dientes. Reparar inmediatamente las fugas en grifos y tuberías.
5 formas de ahorrar agua
Después del aire, el agua es el elemento más importante para la conservación de la vida. El agua es un bien finito que, si no se gestiona adecuadamente, provocará escasez en un futuro próximo. La conservación del agua puede contribuir en gran medida a paliar esta escasez inminente.
Pon uno o dos centímetros de arena o guijarros en el fondo de una botella de un litro para darle peso. Llena el resto de la botella con agua y colócala en la cisterna del inodoro, lejos del mecanismo de funcionamiento. En un hogar medio, la botella puede ahorrar cinco galones o más de agua cada día sin perjudicar la eficacia del inodoro. Si la cisterna es lo bastante grande, puede incluso colocar dos botellas.
En su ferretería o fontanería encontrará cabezales de ducha o limitadores de caudal económicos que reducirán el caudal de la ducha a unos tres litros por minuto en lugar de cinco o diez. Son fáciles de instalar y las duchas seguirán siendo limpias y refrescantes.
Coloca los aspersores de modo que el agua caiga sobre el césped o el jardín, no en zonas donde no hace ningún bien. Evite también regar en días ventosos, cuando gran parte del agua puede ser arrastrada a las calles y aceras.
Consejos para ahorrar agua en casa
REPARACIÓN – ¡Detén las fugas! En un año, una fuga de un goteo por segundo desperdicia 10.000 litros (2.167 galones) de agua, suficiente para llenar más de 60 bañeras. La mayoría de las fugas son fáciles de arreglar simplemente cambiando las arandelas desgastadas.
En verano utilizamos un 50% más de agua que el resto del año, la mayor parte de la cual va a parar a nuestros céspedes y jardines. Si utilizamos el agua con prudencia en verano, gastaremos menos agua y mantendremos un césped y un jardín verdes y sanos.
No es necesario regar el césped todos los días. Con regar cada tres o cinco días es suficiente, y menos a menudo si llueve. Cuando riegue, remójelo a fondo. Esto producirá un sistema radicular profundo y un césped más fuerte. El riego diario produce raíces poco profundas y un césped más débil.
El mejor momento para regar el césped es durante las horas más frescas del día. Regar a primera hora de la mañana, cuando hace fresco, o a primera hora de la tarde, después de que se haya puesto el sol, reducirá la cantidad de agua que se pierde por evaporación.
Si lavas el coche con una manguera, puedes gastar hasta 400 litros de agua en cada lavado. En su lugar, utiliza un cubo y una esponja para lavar el coche, y luego acláralo rápidamente con una boquilla de gatillo de la manguera. Así ahorrarás hasta 300 litros de agua en cada lavado.
¿Cómo ahorrar agua siendo estudiante?
Los consejos para ahorrar agua son intervenciones basadas en la información cuyo objetivo es gestionar la demanda de agua. Los estudios sobre la eficacia de los consejos cualitativos de ahorro de agua para explicar por qué y cómo se debe ahorrar agua no siempre han encontrado cambios significativos en el consumo de agua. Algunos estudios indican que la adición de consejos cuantitativos y vídeos es eficaz para la conservación del agua. Este estudio se suma a la bibliografía al intentar comprobar la eficacia de los consejos de ahorro de agua que visualizan la cantidad de agua que se puede ahorrar mediante ilustraciones de bañeras. Además, como no todas las personas están interesadas en el ahorro de agua, incluimos consejos con un indicador visualizado relacionado con el medio ambiente, que es de interés más general. Estos consejos utilizaban la reducción de emisiones de CO2 para demostrar el efecto del ahorro de agua. En consecuencia, para los hogares de alto consumo es más eficaz presentar consejos para ahorrar agua que informen sobre cómo sus acciones pueden limitar las emisiones de CO2 que ilustrar directamente la reducción del consumo de agua. Al mismo tiempo, en el caso de los hogares de bajo consumo, ninguno de los consejos tenía efectos ni de ahorro de agua ni de boomerang (es decir, aumentaba el consumo mientras se planteaba reducirlo). Los hogares se dividieron en los de alto y bajo consumo utilizando el consumo de agua per cápita de referencia para su tamaño. Los resultados de este estudio podrían servir como herramienta para la gestión de la demanda de agua, fácilmente utilizable en muchas partes del mundo.