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Pero trabajar a distancia puede ser todo un reto. Distracciones como las tareas domésticas, las mascotas, los niños y una conexión a Internet defectuosa pueden mermar la concentración de un empleado, sobre todo cuando ya está desconectado o estresado a causa de la pandemia.
Aunque algunas empresas han adoptado un modelo de trabajo híbrido, animando a sus trabajadores a dividir su tiempo en la oficina y en casa, muchas siguen sin tener una estrategia de reincorporación. Planean volver a la oficina sólo cuando se demuestre que es seguro.
Afortunadamente, se ha informado ampliamente de que el trabajo a distancia impulsa tanto la productividad como la retención del talento, ya que el 82% de las empresas afirman que el trabajo a distancia es una forma poderosa de retener a los mejores talentos, según una encuesta reciente.
Sin embargo, los directivos de todos los equipos siguen teniendo la obligación de supervisar lo que hacen sus empleados, asegurándose de que trabajan para alcanzar los objetivos de la organización. He aquí siete consejos para medir la productividad de los empleados remotos:
Esta es una técnica valiosa para medir la productividad de los trabajadores remotos. Oblígueles a rellenar breves encuestas en las que compartan opiniones sinceras sobre el rendimiento de sus compañeros y su actitud hacia el trabajo, incluyendo cuáles creen que son los puntos fuertes y débiles de los miembros de su equipo.
¿El teletrabajo ahorra energía?
La mayoría de los estudios indican que el teletrabajo disminuye el consumo de energía, con algunas excepciones. Los efectos de rebote tienden a compensar significativamente e incluso superar el ahorro de energía.
¿El teletrabajo reduce las emisiones?
Beneficios medioambientales
Según el estudio, trabajar desde casa cuatro días a la semana reduciría en torno a un 10% la cantidad de dióxido de nitrógeno, que es el principal contaminante generado por las emisiones del tráfico.
¿Qué agencia gubernamental es responsable del programa Energy Star?
Establecer un espacio de trabajo habitual en casa requiere que el entorno elegido sea tranquilo y sin distracciones, pero también debe ser luminoso y cálido. ¿Por qué? Para ahorrar energía. Para ello, se debe aprovechar al máximo la luz natural y una ubicación favorable en el hogar para aprovecharla al máximo y evitar sorpresas en la factura de la luz.
Para teletrabajar, el uso de la tecnología es imprescindible, por lo que conviene limitar su uso a los límites necesarios para ahorrar energía. Para ello, hay que apagar los dispositivos cuando no se estén utilizando. Así se evitará el consumo fantasma, un consumo silencioso de los aparatos suspendidos que puede suponer hasta el 11% de la factura eléctrica. También es aconsejable disponer de bombillas de bajo consumo en el lugar de trabajo y en casa, una inversión inicial que minimizará el consumo de luz en el futuro.
Mientras que en verano el aire acondicionado es más que necesario en climas cálidos, en invierno la calefacción es clave para que el teletrabajo resulte confortable. Ambas formas de calefacción y refrigeración consumen cada vez más energía hoy en día, por lo que es aconsejable utilizarlas racionalmente para ahorrar energía. Mientras que en verano se puede optar por el funcionamiento de ventiladores, que consumen hasta un 90% menos de energía, en invierno es aconsejable aprovechar algunas de las horas de teletrabajo para encender la calefacción; no es necesario tenerla encendida todo el día.
¿Trabajar desde casa es mejor para el medio ambiente?
A menudo oímos que ahorrar energía en nuestras oficinas está en manos de todos, que debemos apagar los ordenadores y las impresoras, apagar las luces cuando salimos de una sala de reuniones o de nuestro despacho, etc. Todas estas medidas nos ayudan realmente a ahorrar energía pero, ¿hasta qué punto?
Estas buenas prácticas entre los empleados no suponen ningún coste para la empresa y son fáciles de aplicar. Muchas organizaciones comienzan a aplicar medidas de ahorro energético que suponen un alto coste sin un estudio previo del ahorro que pueden suponer, el coste real de la inversión o el tiempo de retorno de la inversión, recomendamos no hacerlo.
Antes de tomar este tipo de decisiones, es conveniente que la organización nombre a una persona o departamento que se encargue de las medidas de ahorro energético para ayudar a la Junta a tomar la mejor decisión posible. Esta responsabilidad corresponde a los Facility Managers. Teniendo en cuenta que la propia instalación y los usuarios de la misma son los dos elementos que más influyen a la hora de reducir el consumo de energía y que el Facility Manager es quien mejor los conoce a ambos, el FM es sin duda la persona más indicada para encargarse de cualquier medida de ahorro energético que se vaya a poner en marcha.
Trabajar desde casa es bueno para el medio ambiente de acuerdo o en desacuerdo
Instintivamente, trabajar desde casa parece algo positivo para el medio ambiente. Al fin y al cabo, el tiempo medio de desplazamiento al trabajo en el Reino Unido es de 1 hora y 38 minutos, gran parte del cual se pasa en coche. Un coche de gasolina en el Reino Unido produce unos 180 g de CO2 por kilómetro. La situación es aún peor en Estados Unidos, donde los vehículos más grandes producen una media de 650 g de CO2 por kilómetro.
Según el estudio, trabajar desde casa cuatro días a la semana reduciría la cantidad de dióxido de nitrógeno, que es el principal contaminante generado por las emisiones del tráfico, en torno a un 10%. Incluso con los niveles más bajos de trabajo a domicilio observados a medida que se han vuelto a abrir los centros de trabajo, se seguiría generando una reducción de la contaminación atmosférica de alrededor del 8%.
Un panorama igualmente optimista se dibuja en un reciente estudio de los analistas del sector de las comunicaciones Assembly y el gigante tecnológico Huawei, que sugiere que el acceso a una banda ancha más rápida y fiable podría recortar un 2% la distancia anual de los desplazamientos al trabajo en el Reino Unido.